Se acerca el verano y las altas temperaturas, que repercuten en nuestra salud. Pero, ¿sabías que afectan más a las mascotas que a los humanos? Hoy vamos qué medidas tomar para proteger al perro del calor.

Al contrario que las personas, los perros no tienen glándulas sudoríparas. Nosotros nos refrigeramos y eliminamos el calor a través del sudor. Pero nuestro amigo sólo puede hacerlo por medio de la respiración y el jadeo.

En condiciones normales, la temperatura corporal de este animal es de 38º ó 39º. No obstante, cuando alcanza los 41º o 42º grados puede sufrir un golpe de calor e, incluso, morir en 20 minutos.

Como podemos comprobar, el margen es mínimo. Así que tenemos que actuar rápidamente para proteger al perro del calor si sube el termómetro.

Golpe de calor

Si la temperatura corporal de nuestra mascota es demasiado alta, tendrá temblores, jadeos, dificultades respiratorias y pocas ganas de moverse. También sufrirá mareos, taquicardia, vómitos, diarreas y, en ocasiones, pérdida del conocimiento.

Esta fase es tan crítica que no podemos esperar a llevarlo a consulta. Antes hay que estabilizar al animal rápidamente.

Lo primero que debemos hacer es bajar su temperatura corporal. Tenemos que llevarlo a la sombra o a un lugar fresco. Al rato lo bañaremos con agua fría, pero que no esté helada.

También podemos ponerle hielo, envuelto en una toalla, en la cabeza, cuello, axilas e ingles. Y ofrecerle agua para que beba poquito a poco.

Necesitamos medir su temperatura cada 10 minutos –ojo con enfriarlo demasiado-. Cuando esté estable y alcance los 39º grados, podemos ir al veterinario.

Mejor prevenir

Ante la llegada del verano, es mejor prevenir estas consecuencias y proteger al perro del calor. Para ello, nuestro amigo tiene que hidratarse regularmente. Tenemos que darle agua limpia y fresca –pero nunca helada- a menudo, aunque no en grandes cantidades. Sólo hay que reducir la cantidad si vomita mucho.

Tenemos que sacar al perro a pasear y hacer sus necesidades en las horas de menos calor. Hay que evitar el ejercicio intenso, aunque sí le vendrá bien nadar. Y mucho cuidado con los bozales, porque le impiden jadear.

Prohibido dejar a nuestro amigo en el coche, si salimos de viaje con él. Un vehículo puede alcanzar los 50º en minutos. De hecho, la mayoría de los golpes de calor en los perros se producen dentro del mismo.

Otro truco para proteger al perro del calor es usar un ventilador o, si dispones del mismo, aire acondicionado. Asimismo, debe dormir en una habitación bien ventilada o a la sombra del jardín.

Si tu amigo tiene el pelo largo, recórtaselo un poco. Pero procura que no quede muy corto, para que le proteja del calor y el frío.

Recuerda también que –como sucede con las personas- los cachorros y los mayores son grupos de riesgo, ya que no pueden mantener una temperatura corporal adecuada.

Lo mismo sucede con los perros chatos -como el bulldog francés-, con sobrepeso o que padezcan una enfermedad cardíaca o respiratoria. En todos estos casos, hay que extremar la vigilancia y precauciones.