Las casas con gato huelen a gato, aunque no nos demos cuenta. Por un lado, porque nos adaptamos a los olores de manera rápida y dejamos de percibirlos. Y por otro, porque seguimos unas pautas de higiene adecuadas. No obstante, y por mucho que rasquemos, la orina de gato tiene un hedor muy peculiar que acaba propagándose por la vivienda. ¿Sabes cómo limpiar el pipí de gato eliminando los olores?

Lo primero que debes hacer es ubicar el arenero en un lugar que tenga ventilación, como un cuarto de baño con ventana. Si no es posible, hay que abrir la ventana más cercana regularmente para evitar que el ambiente se cargue. No coloques la bandeja cerca de aparatos que emitan calor, como el horno o un radiador, porque puede incrementar el olor.

Limpia la arena después de cada uso, retirando las heces y rascando las zonas húmedas del fondo con la pala. Barre también los residuos que hayan caído por el suelo y pasa la fregona. Echa todo a una bolsa de plástico, cierra bien y llévala al contenedor cuanto antes.

En la caja

Cambia la arena una vez al día. Es mejor usar menos cantidad y retirarla toda, que poner mucha y desechar sólo la parte que esté sucia. Prueba varios tipos y marcas hasta que encuentres la que absorba mejor el olor de tu mascota.

La caja tiende a acumular malos olores, así que hay que limpiarla bien en cada cambio con agua caliente y oxígeno activo. No utilices amoniaco. La orina de gato tiene este componente, al que debe su penetrante olor, así que acentuarías el problema.

Seca bien la bandeja antes de poner arena nueva para que ésta no se humedezca. Para atenuar los olores también puedes agregar algún desodorizante específico o un poco de bicarbonato de sodio.

En este caso, espolvorea en la base una capa fina y cúbrela bien con arena para evitar que el gato lo ingiera, porque puede ser tóxico si toma grandes cantidades. Si ves que el animal se encuentra mal (vómitos, patas irritadas…) deja de utilizar bicarbonato como precaución.

Cuidado con la arena perfumada. Ésta no elimina el olor a pipí, sino que lo enmascara. Y puede que a tu gasto no le guste y decida hacer sus necesidades en otro lugar. MIra aquí todas las posibles soluciones de arena para gato que existen en el mercado.

Finalmente, existen piensos para gatos con proteínas de alta digestibilidad que reducen el olor de las cacas.

Por la casa

En ocasiones, por enfermedad, porque le desagrada su caja o por falta de costumbre, el gato orina fuera de la caja. También puede estar marcando su territorio, en cuyo caso hay que actuar con rapidez para evitar que continúe señalando el lugar.

Primero, hay que secar toda la zona mojada con papel de cocina, hasta que no quede nada de orina. No restriegues la mancha, porque la orina se impregnará más profundamente.

Después aplica una mezcla de agua tibia (litro y medio) y vinagre (media taza), deja unos minutos a remojo y vuelve a secar con más papel absorbente.

Seguidamente, para eliminar el olor, rocía el área afectada con bicarbonato de sodio. Añade por encima una taza de agua oxigenada mezclada con una cucharada de lavaplatos. Frota en movimientos circulares con un cepillo de cerdas suaves y déjala actuar un par de horas.

Seca de nuevo y pasa la aspiradora para eliminar definitivamente todos los restos.

Estos trucos no sirven para las superficies delicadas, como la piedra y el mármol, a las que el vinagre quita el brillo. Prueba primero en una zona pequeña, que quede oculta por un mueble.

Sobre la ropa

No hay que utilizar amoniaco, por las razones que ya hemos mencionado, ni lejía. Ésta contiene cloro, que el gato interpretaría como el marcaje de otro minino, y puede incitarle a a taparlo con su propio olor orinando otra vez encima.

Si el gato ha meado sobre ropa, ponla a remojo añadiendo una taza de vinagre al detergente y después lávala como lo hagas normalmente. Y no te olvides de lavar también las mantitas, fundas y cojines que utilice tu mascota.