¿Tu perro no quiere comer y está perdiendo peso? ¿O come de manera incorrecta? ¿No prueba el pienso y sólo quiere comer de tu plato? Aquí tienes algunos consejos que te pueden ayudar.

Al igual que sucede con las personas, cuando el perro come mal su salud se resiente. Por eso es una de nuestras principales preocupaciones.

Las causas de la inapetencia de nuestro amigo pueden ser de diferente naturaleza. Si les has vacunado recientemente, está tomando fármacos o ha sufrido una intervención quirúrgica, puede poder el apetito temporalmente.

También puede ser el síntoma de una enfermedad o de un problema dental. En ambos casos, debemos estar atentos a otros síntomas. Una consulta rápida al veterinario nos sacará de dudas y nos ayudará a combatir la dolencia.

Cuando el perro come mal tras una mudanza, durante un viaje o unas vacaciones a un lugar desconocido, no debemos preocuparnos. Salvo que el problema continúe tras el regreso o se alargue en el tiempo.

También solemos alarmarnos si nuestro amigo no come la cantidad de comida recomendada en el envase. No obstante, las etiquetas reflejan un promedio. Hay animales que sólo ingieren un 70% de esa cantidad. Es mejor que el veterinario nos indique las raciones.

Si el perro es mayor, también le cuesta alimentarse, porque su olfato y gusto disminuyen y tiene problemas digestivos. Hay que cambiar su pienso habitual por otro más adecuado.

Problemas de comportamiento

Cuando el perro come mal, podemos encontrarnos también ante un problema de comportamiento, y no con un problema médico.

A veces, el ‘problema de comportamiento’ es nuestro y no de la mascota. Nos hemos acostumbrado a darle alimentos de nuestro plato o echarle las sobras en su cuenco. Y el perro acaba rechazando su comida.

En ocasiones prefiere no comer a tomar su pienso seco. Así que se lo mezclamos con algo más ‘sabroso’ para que se alimente: salchichas, arroz, paté,…

De esta forma, seguimos acentuando el problema y reforzando una conducta inadecuada. El perro sabe que si no se come el pienso, alguien le ofrecerá una alternativa.

No debemos olvidar que una alimentación incorrecta acarrea consecuencias. Por ejemplo, una bajada de sus defensas, que deje al animal desprotegido ante las enfermedades comunes.

Qué podemos hacer

Lo primero que debemos averiguar, cuando el perro come mal, es si no come nada o si no come pienso. En el primer caso, acudiremos urgentemente al veterinario. Sobre todo si pasa más de tres días sin ingerir alimentos.

Si no come, el perro puede sufrir fallos orgánicos. E incluso un colapso que le lleve a la muerte. Son suficientes 10 días sin comer para que el organismo del perro empiece a fallar. Y 15 o 20 días para que fallezca por inanición.

En el segundo caso, en cambio, estaremos ante una conducta aprendida. Y podemos aplicar estos consejos para corregir un mal hábito.

 

  • Debemos alimentar a nuestra mascota dos veces al día, manteniendo un horario regular. Preferiblemente, después de sacarlo de paseo.
  • Si tienes varias mascotas, dale de comer aparte para que no se coma la ración de los demás. Algunos perros, además, no se encuentran cómodos en presencia de otros
  • Nada de comida ‘humana’ o en la mano, ni darle de comer entre horas.
  • Reduce los caprichos, golosinas y recompensas, salvo las que uses para que aprenda a obedecer ciertas órdenes.
  • Los perros también se aburren de tomar siempre lo mismo. Alterna el sabor, tipo y marca de pienso, o los alimentos caninos secos con los húmedos.
  • Quédate a su lado mientras come. Nuestro amigo disfruta de nuestra compañía y será un aliciente más para que se alimente correctamente.
  • Mantén su nariz limpia para que el olor de los alimentos estimule su apetito.