Cuando un nuevo –y peludo- miembro llega al hogar, debemos enseñarle ciertas órdenes básicas en beneficio de la convivencia. ¿Pero es mejor adiestrar al perro en otro idioma? ¿El animal entiende mejor el alemán, como creen algunos?

Lo cierto es que el perro no habla nuestra lengua –en este caso, el castellano-. Si vas a educarle partiendo de cero, da igual el idioma que emplees. Lo importante es que las palabras elegidas sean cortas y fáciles de diferenciar para el animal.

En realidad puedes usar la palabra que quieras para cada orden, siempre que suenen distintas unas de otras. Incluso, inventarla. O mezclar diferentes idiomas.

Sonidos similares

Con paciencia y refuerzos positivos, nuestro amigo debe entender y obedecer las órdenes básicas. Es decir: sentarse, estarse quieto, tumbarse, acudir a tu lado y caminar a tu lado. Además, ‘Suelta’, ‘No’ y ‘Muy bien’.

El problema es que en castellano, algunas de estas órdenes suenan parecidas, porque los imperativos comparten la misma terminación.

‘Túmbate’, ‘échate’ o ‘siéntate’ son similares a oídos de nuestra mascota. Y lo mismo sucede con ‘sienta’ o ‘suelta’. Por eso hay propietarios que recurren al ‘Sit’, por ejemplo, para diferenciar sentado/tumbado.

Una de las ventajas de adiestrar al perro en otro idioma, generalmente inglés o alemán, es que los sonidos de este tipo de órdenes son muy diferentes entre sí. Además, en ambas lenguas se utilizan palabras cortas –‘Sit’ o ‘Sitz’, p.e.-. Por lo tanto, nuestro amigo puede comprenderlas mejor.

En alemán, además, cada una de las palabras empleadas para las órdenes básicas contiene una de las cinco vocales (ver último apartado). Y estos sonidos son los que más ayudan al animal a identificar las diferentes palabras.

Palabras distintas

Por otro lado, al adiestrar al perro en otro idioma evitamos usar varias palabras distintas para dar la misma orden. Si volvemos al ejemplo de arriba, a veces decimos ‘túmbate’ o ‘échate’ para indicarle lo que tiene que hacer.

Por no hablar de las ocasiones en las que perdemos la paciencia –sobre todo al principio, cuando está aprendiendo-. Y acabamos pronunciando todo tipo de variaciones –‘tumbado’, ‘echado’, ‘acostado’- o gritando -¡Que te tumbes!-.

Al adiestrar al perro en otro idioma, nuestra mascota entiende también que nos dirigimos a ella y a nadie más. Imagina la típica situación en la que sacamos de paseo a un niño pequeño y al perro. Ambos corretean por el parque y no paramos de decir: ‘Ven’, ‘No corras’, ‘Siéntate’… ¿A quién nos estamos dirigiendo realmente?

Otra cuestión fundamental es la entonación empleada. Como vimos en un artículo anterior, es importante ajustar la modulación de la voz y entonar las órdenes adecuadamente.

Cuando el tono es alto, nuestro perro reacciona bien porque entiende que nos dirigimos a él. Y las palabras monosilábicas como ‘Sit’, nos ayudan ser más contundentes.

Órdenes básicas

Queda claro que adiestrar al perro en otro idioma no es tan importante como el hecho de que os entendáis.

No obstante, aquí te dejamos un pequeño listado que puede ayudarte si prefieres adiestrar al perro en otro(s) idioma(s). Están, por ese orden, en castellano – inglés – alemán:

 

  • Tumbado  –  Plas, Down  –  Platz
  • Quieto  –  Stay  –  Bleib
  • Sentado  –  Sit  –  Sitz
  • Ven  –  Come, Here  –  Kome
  • Junto  –  Heel  –  Fuss
  • Suelta  –  Out  –  Aus
  • Muy bien  –  Good  –  Gut