La llegada de la Navidad trae consigo muchas cosas buenas. Parece que a todo el mundo le inunda un sentimiento de gratitud para con el prójimo y se sonríe más hasta a los desconocidos. Además, es un excelente momento para reunirse con la familia y amigos y dar lo mejor de cada uno. Pero también hay una parte muy triste por estas fechas y es la que tiene que ver con los regalos que incluyen a seres vivos de por medio. Por capricho, en la mayoría de los casos, son muchos los que piden tener una mascota de la que luego se acaban cansando en poco tiempo. Además, los hay que van un paso más allá y quieren optar por un animal exótico sin tener en cuenta que no es lo adecuado y que, en muchas ocasiones, se trata además de especies en peligro de extinción. Pero, ¿por qué no tener a estos animales como mascotas?

Además de por lo evidente si están en peligro de extinción, hay que tener en cuenta que, aunque de pequeños pueden parecer de lo más adorables, cuando crecen pueden no serlo tanto y traer nefastas consecuencias o que, como mínimo, el animal nunca acabe de estar a gusto por no contar con un lugar adecuado en el que vivir. Tristemente las modas han llevado a que se luzca, casi con orgullo, en la casa de algún que otro famoso tigres, serpientes venenosas o búhos y esto no tiene sentido alguno.

Por si fuera poco, como se trata de animales que no están pensados para hacer compañía al ser humano lo que se genera con la compra de los mismos es que se fomente, una y otra vez, la compra venta ilegal y el trato que reciben estos animales dista mucho de ser el deseable. Tan sólo se piensa en ellos como en un producto que puede dar rentabilidad, sin importar cuántos de ellos perecen en el camino.

A grandes rasgos podemos decir que los leones, lobos, tigres, primates, reptiles y osos no se pueden considerar como mascotas. Los que sí que lo son y sí que se han acostumbrado a vivir, de manera pacífica, con el ser humano son los gatos, los perros y, si acaso, algunas aves. Hay quien pensará que esto ya está muy visto y es aquí donde entra de nuevo el factor moda, pero nunca hay que perder de vista el hecho de que se tratan de seres vivos.

Aunque es difícil hacer una estimación clara porque todo se mueve a través del mercado negro, se calcula que este tipo de negocios mueve cientos de miles de euros al año y que más de 7.000 tigres, por ejemplo, están en poder de personas particulares.

Consecuencias de tener animales exóticos en casa

  1. Se puede ver afectada la integridad física. Simplemente, hay algunos animales que pueden ser difíciles de controlar cuando crecen y está en su naturaleza, no es que sean agresivos, sencillamente es que no es su hábitat.
  2. Pueden transmitir enfermedades como el ébola o la viruela del mono.
  3. Se puede llegar a situaciones complicadas si estos se escapan haciendo que toda la población cercana esté en peligro y se les tenga que sacrificar innecesariamente por el antojo de una persona de haberlo tenido en su poder.