Limpiar los ojos del perro correctamente nos ayudará a mantener su salud y evitar enfermedades, como la conjuntivitis.

Por las mañanas -como nos sucede a nosotros- tienen legañas: mucosidades en las que se mezclan lágrimas y suciedad. Y a lo largo del día se va acumulando suciedad con la tierra del parque, el contacto con otras mascotas…

Por otro lado, los perros con muchos pliegues en los ojos suelen desarrollar más infecciones. Los que tienen los ojos saltones están más expuestos a la suciedad y necesitan limpiezas más frecuente. Y hay razas que tienen mayor tendencia a padecer complicaciones en el área ocular.

¿Cómo debemos limpiar los ojos del perro? Aquí tienes unos sencillos consejos.

Retirar las legañas

Debemos retirarle a nuestro amigo las legañas todas las mañanas para evitar que se acumulen, endurezcan y produzcan infecciones. Pero antes debemos fijarnos en su aspecto:

  • Legañas normales. Son blancas, duras y se encuentran fuera del ojo. Las retiramos con una gasa.
  • Legañas dentro de los ojos. Empapamos la gasa con agua templada para ablandarlas y retirarlas con mucho cuidado, para no dañar al animal.
  • Legañas verdosas, con ojos enrojecidos. El perro puede tener conjuntivitis u otra enfermedad infecciosa. Lo mejor en estos casos es llevarlo al veterinario.

Para limpiar los ojos del perro no debemos usar algodón, porque deja pelusas. Y hay que utilizar una gasita distinta en cada ojo para no propagar infecciones de uno a otro.

En ocasiones, por mucho que extrememos su higiene, nuestro amigo tiene legañas y los ojos con aspecto sucio permanentemente. Debemos acudir al veterinario, ya que puede tener una enfermedad producida por una secreción insuficiente de lágrimas.

Limpieza a fondo

A los perros con pliegues en el hocico se les meten las legañas entre los mismos. Allí se genera humedad: un entorno ideal para que proliferen las bacterias. Es importante mantener estas zonas libres de humedad, secando cada arruga con una gasa.

En cuanto a los mencionados ojos saltones, lo mejor es limpiarlos varias veces al día con toallitas o productos especiales para mascotas.

Además, una o dos veces por semana hay que limpiar los ojos del perro más a fondo. Espera a que el animal esté tranquilo y alejado de otras mascotas y personas. Y hazle caricias antes, durante y después del proceso.

Cuando esté relajado, sujétale el pelo con un coletero –si lo necesita- e inspecciona bien sus globos oculares. Mira si tiene algún objeto extraño, si están rojos o presentan un aspecto anómalo.

Seguidamente, empapa dos gasas con suero fisiológico y limpia ambos párpados, pestañas y alrededor de los globos oculares. Hazlo con suavidad, repitiendo el proceso las veces que haga falta, desechando las gasas en cada pasada.

Puedes adquirir suero especial para la higiene ocular del perro en monodosis o en envases de litro, que debes extraer con ayuda de una jeringuilla.

Después, ábrele los párpados y deja caer unas gotas en el interior para eliminar toda la porquería acumulada. Retira los restos con otra gasa limpia –nunca utilices la misma-.

Otros consejos

Si tu mascota lo necesita, peina y recorta el pelo que tiene alrededor de los ojos. Así no le molestará ni se le llenará de legañas.

Cuando termines de limpiar los ojos del perro, ofrécele una recompensa para que asocie la limpieza con algo positivo.

Otro consejo es que acostumbres a tu perro a este tipo de higiene desde que es un cachorro. Así no se pondrá nervioso durante el proceso.

Y recuerda también lavarte bien las manos antes de tocar los ojos de tu amigo. Los restos de suciedad en nuestra piel también pueden dañar sus ojos.