Aunque hay razas caninas con más dificultades para respirar, por sus características genéticas, todas pueden padecer este tipo de problemas. Las infecciones bacterianas, virales o por hongos o algunas alergias están detrás de las enfermedades respiratorias en perros más frecuentes.
Los síntomas de nuestro amigo son similares a los que padecemos nosotros: malestar general, inflamación de la garganta, fiebre,… Pero los tratamientos, no. Así que nada de darle una aspirina o el jarabe del niño. Acude al veterinario para ponerle un tratamiento lo antes posible si tu mascota presenta:

  • Tos durante más de 24 horas.
  • Estornudos más frecuentes o intensos de lo habitual.
  • Jadeo excesivo.
  • Exceso de mucosidad.
  • Inapetencia, apatía y cansancio.

Resfriado

La lluvia y la humedad, las corrientes de aire o los cambios de temperatura pueden provocar un resfriado. Aunque es la más común de las enfermedades respiratorias en perros, puede acarrear graves consecuencias si no se cura bien.

Uno de los síntomas que podemos observar es que nuestro amigo se frota la nariz con todo lo que encuentra. Esto se debe a que tiene la mucosa irritada. Para aliviarle, podemos lavársela con cuidado con agua templada, secar muy bien y untarle un poquito de aceite de oliva.

También debemos protegerlo de las corrientes, en un lugar cálido y a temperatura constante. Y ofrecerle alimentos ligeros. Pero si se prolonga más de un día, hay que acudir al veterinario.

Moquillo canino

Si tenemos un cachorro, el resfriado puede ser un aviso del moquillo canino. Una de las enfermedades respiratorias en perros más conocidas y peligrosas. Ésta ataca a animales que no han sido vacunados. Y se contagia fácilmente a través de respiración, la orina y las heces del can.

Además de problemas respiratorios (tos, rinitis, secreciones…) y gastrointestinales (vómitos, diarreas…), el virus ataca el sistema nervioso. En los casos más avanzados, causa convulsiones y parálisis parcial o completa, sin que exista un tratamiento definitivo.

Asma

De nuevo, estamos ante una de las enfermedades respiratorias en perros más comunes. Si nuestra mascota respira con dificultad, sobre todo al caminar o realizar alguna actividad física, y tiene tos persistente, podría padecerla.

Podemos comprobar si sufre un ataque viendo su lengua y encías, que se vuelven azuladas por la carencia de oxígeno. Es imprescindible visitar al veterinario, que le recetará antihistamínicos, broncodilatadores o esteroides para contrarrestar la presencia de alérgenos, disminuir la constricción bronquial y prevenir más ataques.

Tos de las perreras

No te fíes del nombre. También se puede contraer en tiendas y hospitales, criaderos, exposiciones caninas y otros lugares, si están descuidados, sucios o infectados.

Se transmite a través de tos o estornudos, saliva, mocos o por el contacto con objetos, y es muy contagiosa. Su síntoma más característico es la tos seca, fuerte y constante. También puede producirse una expectoración de las secreciones depositadas en el sistema respiratorio, que no debemos confundir con vómitos estomacales. Asimismo, nuestro amigo puede estar decaído, sin apetito y energía.

En principio, no estamos ante una de las enfermedades respiratorias en perros más graves. Pero debe ser tratada a tiempo, para que no derive en neumonía.

Neumonía

En este caso nos encontramos ante una grave enfermedad, que afecta a los pulmones e inflama las vías respiratorias inferiores. Aunque generalmente no ataca a perros adultos con una vida saludable, sino a los jóvenes o mayores.

Se diagnostica con un análisis de sangre y radiografías del pecho. Y también se realizan cultivos bacterianos. El tratamiento dependerá de la causa de la infección y del tipo de neumonía, que puede ser bacteriana, infecciosa (por virus, hongos o parásitos) o por aspiración (por la aspirar materiales tóxicos para los pulmones).